Tú me sostienes, yo te agradezco.
Tú me recuerdas, yo te inspiro.
Tú me sonríes, yo te respiro.
Tú te reconoces en mí, yo me encuentro en ti.
Distintas, cómplices, desconocidas, hermanas.
Todas al encuentro de su alma. Dejándole susurrar la verdad que ya intuían.
Todas celebrándose y reconociéndose como seres que siguen aprendiendo.
Y que ahora se dan el lugar para encontrarse consigo y las demás.
Aprendiendo a verse.
Sonriendo al mirarse.